viernes, 19 de abril de 2013

DESDE EL ACATEPEC.





Roberto García Justo.

Huatusco en Línea

JAVIER CASTAÑEDA DELGADO, nunca es tarde para mencionar tu nombre. Ni mucho menos para recordar algunos pasajes a los que diste vida. Es de todos conocidos que llegaste hace años a esta hermosa localidad, una especie de refugio espiritual para los que deseamos dedicar la vida al trabajo y cultivar amistades con esta gente que regala lo mejor de su integridad, como puede también tender la mano al caminante que hace lo posible por integrarse a este maridaje que nos causa placer y con ello enorme alegría.

Dejaste atrás los paisajes de tu natal Piedras Negras, Municipio de Tlalixcoyán. Allá donde la mixtequilla florece con ímpetu para cobijar a sus hijos. Eras joven y por consiguiente, lleno de talento y ambiciones por salir adelante. Tus pasos fueron bien encaminados por el sendero de la radiodifusión. No te equivocaste, esa voz que a cada uno concede el ser superior, fue la carta de presentación para ocupar por mucho tiempo el nombramiento de locutor. Una especie de vocero a la distancia que con beneplácito fue recibida en muchos hogares.

Esa etapa tuvo sus momentos de grandeza y destacada participación. Se escuchaba con atención el ramillete de colaboradores que hacían de la radiodifusora XEYB una de las mejores opciones de la campiña cafetalera. Sea EVELIA HERRERA DE MORENO (qepd), LOURDES CASTELAN GÓMEZ, ENRIQUE REYES, SERGIO ZUÑIGA GARCIA (qepd). Y como lo pudimos confirmar, JAVIER CASTAÑEDA DELGADO. Una verdadera empresa con lujos en su comportamiento y calidad en su programación. No hubo ideas que se asemejaran al cansancio o una mera renuncia a sus convicciones.

Ser parte de un proyecto es motivo suficiente para estar orgulloso y satisfecho. Sin embargo el ciclo se cerró con el traslado de esta radio a otro lugar en donde el personal se quedó en su lugar de origen. Habiendo concluido el convenio con el Ingeniero OLIVA, sin hacer mayores cálculos, reiniciaste tus actividades en el negocio del voceo. Inconfundible ese Renault amarillo que recorría los cuatro puntos cardinales del contorno huatusqueño. Y mucho mas el honor de hacer valer el tono vocinglero que a todo pulmón llegaba para anunciar comercios y todo tipo de eventos.

No se olvida su participación en el Grupo de Alcohólicos Anónimos, “EL ACATEPEC”. “Una comunidad de hombres y mujeres que comparte su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo”. Se le recibió con los honores que merecen aquellos que hacen a un lado los miedos para enfrentar su problemática. Ahora su silla esta vacía, ese espacio que llenó en cada reunión es testigo de sus cavilaciones. Ahí también esta la tribuna, una cajita mágica que exprime los enigmáticos comportamientos sociales.

La sociedad en su conjunto no tenía información exacta de que se habías ido a su terruño llevado por un sobrino. Después se trasladó a Fortín de las Flores para atenderse de viejas dolencias hérniales. En donde finalmente un infarto le llevó al terreno del creador. Realizándose los funerales en esta última ciudad el día martes 16 del presente. De buena fuente nos enteramos que al dejar esta ciudad no pudiste contener las lágrimas que a todos nos doblega en momentos cruciales. Una premonición de que no volverías. Pero si no lo hiciste físicamente, al menos el recuerdo permanecerá entre los que te dimos trato.

AMIGO JAVIER, ahora más que nunca estamos obligados a hacer una reflexión con el propósito de valorar tu aportación. Bien hemos de sentarnos a repasar esas horas en que hiciste retumbar las paredes y barrancas de Huatusco con esas intervenciones matutinas o vespertinas que cruzaban las laderas sin obstáculos que lo impidieran. “Cuatro cirios encendidos”, que inmortalizó Javier Solís, junto con “El Loco”, te acompañen, como en las buenas veladas de las que con empeño desfrutaste. Esa es la suerte que corremos al enterarnos de que aún somos mortales.

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