De la redacción
Huatusco en Linea
Xalapa.- Este martes 9 de octubre el
Presidente de la Comisión de Educación y Secretario de la Comisión de Salud en
el Congreso del Estado, diputado Ulises Ochoa Valdivia, recordó que a pesar de que existen leyes que
protegen a los niños, en México existen más de 7 millones de adolescentes que
ni estudian ni trabajan. Son jóvenes que se encuentran en una especie de limbo
existencial y que, desafortunadamente, son presa fácil de la delincuencia
organizada, el narcotráfico y la violencia.
“Continúa
la explotación infantil, niños que abandonan sus estudios por falta de recursos
económicos, la prostitución infantil,
entre otras irregularidades, contamos con leyes de protección a los
niños, sin embargo, carecemos de una cultura de denuncia y dejamos en la
mayoría de los casos pasar por alto algunas de estas anomalías. A nivel
nacional se ha hecho un exhorto al Estado mexicano para ratificar lo antes
posible el Protocolo Facultativo referido a Comunicaciones de la Convención
sobre los Derechos del Niño, aprobado en diciembre de 2011 por la Asamblea
General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)” declaró.
El
Diputado Local dijo que este instrumento permite a niñas, niños y adolescentes
o a sus representantes denunciar abusos o violaciones a sus derechos ante una
comisión internacional formada por especialistas. Tras comentar que este tipo
de instrumentos colocan a los infantes en condiciones de igualdad jurídica
frente a los mecanismos locales e internacionales. Ulises Ochoa Valdivia
explicó que los otros dos Protocolos Facultativos a la Convención sobre los
Derechos del Niño se refieren a la venta de niños, la prostitución infantil y
la utilización de niños en la pornografía, así como a la participación de niños
en los conflictos armados. Ambos se encuentran vigentes en México desde el
2002.
“Creo
que las crisis económicas determinan de manera alarmante el crecimiento en el
número de niñas y niños que viven y trabajan en la calle, que provienen de
grupos familiares y de comunidades populares que no logran proporcionarles los
satisfactores básicos y que –como resultado de una pobreza histórica–, no
cuentan con herramientas fundamentales para la crianza y educación; por ello
son comunes las historias de maltrato, desintegración y/o abandono, así que
también es necesario que los programas federales asistenciales como
oportunidades volteen los ojos y amplíen la cobertura a este sector tan
marginado como son los niños y jóvenes que trabajan o viven en las calles”
finalizó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario