viernes, 10 de mayo de 2013

ANIMALIA (Especial 10 de Mayo)



  Mamás vegetarianas

Por: Maricarmen García Elías

Huatusco en Línea
 
Esta semana festejamos el Día de la Madre, quienes tenemos la bendición de tenerla, sabemos que todos los días debemos amarlas y respetarlas como lo más sagrado que la vida nos dio y el reto más importante es aprender de ellas y entenderlas día a día, ser tan buena madre como se pueda.
 
Este año también me sumaré a las mamás que festejan su día, acabo de dar a luz a una niña maravillosa llamada Andrea, y en estos últimos nueve meses fueron cambios y más cambios en todos los niveles y áreas de la vida de toda mujer que lleva en su vientre una nueva vida. Lo que no cambió fue la alimentación.
 
Siendo vegetariana desde niña, mi embarazo fue igual. No probé carne por supuesto, solamente frutas, verduras y cosas sanas. Mi sorpresa cuando fui a ver al ginecólogo por primera vez fue que me felicitara por esta dieta, me encontró la sangre y todo lo que checan en perfectas condiciones y me dijo que se debía a mi alimentación. Y algo muy importante, mis mascotas convivieron conmigo de manera muy cercana durante todo el embarazo sin que “el pelo” afectara a la bebé como comúnmente se cree.
 
Contrario a lo que pensaba de que tal vez los médicos me obligarían a comer un poco de carne en el embarazo, ¡no! Para nada, me recetaron las vitaminas habituales y seguir mi dieta vegetariana como siempre. Puedo compartirles que me sentí en toda la gestación muy bien. No padecí muchas molestias que otras mamás sufren, no subí de peso en exceso, hasta el último día del embarazo seguí trabajando, mi recuperación ha sido muy rápida en lo que cabe, con las molestias normales posparto pero de tal manera que sigo con el trabajo y mis actividades de mamá porque las energías sobran, además de que las responsabilidades, hoy más que nunca, se deben atender.
 
Por el lado de Andrea, la bebé nació igualmente sana, con un peso muy bueno, una estatura grande, hermosa, muy activa y con una mirada espectacular que denota cuan inteligente es. Veo a mi bebé y desearía que todas las madres que esperan bebé supieran lo beneficioso que puede ser el que no prueben carne en el embarazo y tengan unos bebés sanos, asesoradas por su nutriólogo. Es igualmente fiable criar a un bebé como vegano, sin ningún alimento de origen animal en absoluto, siempre y cuando se asegure de incluir gran cantidad de alimentos nutritivos y que su sistema digestivo que procese todos los nutrientes. No sé si Andreita será vegetariana como yo, ella elegirá, pero en verdad que por salud y ética los seres humanos no deberíamos consumir carne existiendo tantas alternativas saludables de alimentación.
 
Y es que de acuerdo a estudios científicos, en rigor, ni la carne ni el huevo o la leche no materna son necesarios. Más aún, los niveles de toxicidad que actualmente presentan esos productos hacen que su consumo sea contraindicado en muchas patologías y su prescindencia sea la base de tratamientos modernos de recuperación de la salud.
 
Las proteínas no son un monopolio de los productos animales. Por el contrario se encuentran definitivamente en mejor biodisponibilidad en las hortalizas, semillas y demás vegetales. El ser humano es el único mamífero inducido a beber leche casi hasta su muerte, a pesar de que más allá de su período de lactancia real, el organismo pierde las enzimas necesarias para la degradación de sus componentes más estructurados, cuya asimilación resulta prácticamente nula o bien se convierte en vectores de descapitalización de salud.
 
El mayor temor frente al vegetarianismo es que al no consumir carne, una persona deja de percibir las proteínas y los minerales necesarios para su crecimiento, desarrollo y buena salud. Y ni hablar del veganismo, en el cual las personas no comen ni visten ningún producto proveniente de los animales. Aunque una futura mamá vegetariana o vegana enfrente mucha presión de parte de los doctores, la familia y la sociedad para que consuma carnes y productos lácteos durante el embarazo, la realidad es diferente. Los nutricionistas consideran que el régimen vegetariano no es un peligro en sí mismo, por lo que no tiene sentido prohibirle a una mujer continuar con él durante el embarazo.
 
La ausencia de proteínas animales debe ser compensada por un aporte suficiente de proteínas presentes principalmente en el pan, las pastas, las harinas, las legumbres y las oleaginosas, por ejemplo:
 
Proteínas: pan y arroz integrales, almendras, avellanas, lentejas y leche de soya. Carbohidratos: trigo, avena, pasta, habas, fruta fresca y seca. Grasas: frutos secos y semillas, aceite de frutos secos y aguacates. Ácidos grasos esenciales: linoleico (grupo omega 6), aceite de girasol, y alfa-linolénico (grupo omega 3), semillas de calabaza y nueces. Vitaminas: A, zanahorias, espinacas y tomates. B, frutos secos, avena y legumbres. B12, alimentos fortificados como extractos de levadura y leche de soja. C, naranjas, limones y cerezas. D, algunas leches de soja y margarinas veganas fortificadas. E, cereales y harinas integrales. Ácido fólico, germen de trigo, espinacas, naranjas y dátiles.

¡Felicidades a todas las mamis! y en especial a la mía que es la mejor del mundo. gaem80@gmail.com

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