Mamás vegetarianas
Por: Maricarmen García Elías
Huatusco en Línea
Esta semana festejamos el Día de la Madre, quienes
tenemos la bendición de tenerla, sabemos que todos los días debemos amarlas y
respetarlas como lo más sagrado que la vida nos dio y el reto más importante es
aprender de ellas y entenderlas día a día, ser tan buena madre como se pueda.
Este año también me sumaré a las mamás que festejan su día, acabo de dar a luz a una niña maravillosa llamada
Andrea, y en estos últimos nueve meses fueron cambios y más cambios en todos
los niveles y áreas de la vida de toda mujer que lleva en su vientre una nueva
vida. Lo que no cambió fue la alimentación.
Siendo vegetariana desde niña, mi embarazo fue
igual. No probé carne por supuesto, solamente frutas, verduras y cosas sanas.
Mi sorpresa cuando fui a ver al ginecólogo por primera vez fue que me
felicitara por esta dieta, me encontró la sangre y todo lo que checan en
perfectas condiciones y me dijo que se debía a mi alimentación. Y algo muy
importante, mis mascotas convivieron conmigo de manera muy cercana durante todo
el embarazo sin que “el pelo” afectara a la bebé como comúnmente se cree.
Contrario a lo que pensaba de que tal vez los
médicos me obligarían a comer un poco de carne en el embarazo, ¡no! Para nada, me
recetaron las vitaminas habituales y seguir mi dieta vegetariana como siempre.
Puedo compartirles que me sentí en toda la gestación muy bien. No padecí muchas
molestias que otras mamás sufren, no subí de peso en exceso, hasta el último
día del embarazo seguí trabajando, mi recuperación ha sido muy rápida en lo que
cabe, con las molestias normales posparto pero de tal manera que sigo con el
trabajo y mis actividades de mamá porque las energías sobran, además de que las
responsabilidades, hoy más que nunca, se deben atender.
Por el lado de Andrea, la bebé nació igualmente
sana, con un peso muy bueno, una estatura grande, hermosa, muy activa y con una
mirada espectacular que denota cuan inteligente es. Veo a mi bebé y desearía
que todas las madres que esperan bebé supieran lo beneficioso que puede ser el
que no prueben carne en el embarazo y tengan unos bebés sanos, asesoradas por
su nutriólogo. Es igualmente fiable criar a un bebé como vegano, sin ningún
alimento de origen animal en absoluto, siempre y cuando se asegure de incluir
gran cantidad de alimentos nutritivos y que su sistema digestivo que procese
todos los nutrientes. No sé si Andreita será vegetariana como yo, ella elegirá,
pero en verdad que por salud y ética los seres humanos no deberíamos consumir
carne existiendo tantas alternativas saludables de alimentación.
Y es que de acuerdo a estudios científicos, en
rigor, ni la carne ni el huevo o la leche no materna son necesarios. Más aún,
los niveles de toxicidad que actualmente presentan esos productos hacen que su
consumo sea contraindicado en muchas patologías y su prescindencia sea la base
de tratamientos modernos de recuperación de la salud.
Las proteínas no son un monopolio de los productos
animales. Por el contrario se encuentran definitivamente en mejor
biodisponibilidad en las hortalizas, semillas y demás vegetales. El ser humano
es el único mamífero inducido a beber leche casi hasta su muerte, a pesar de
que más allá de su período de lactancia real, el organismo pierde las enzimas
necesarias para la degradación de sus componentes más estructurados, cuya
asimilación resulta prácticamente nula o bien se convierte en vectores de
descapitalización de salud.
El mayor temor frente al vegetarianismo es que al
no consumir carne, una persona deja de percibir las proteínas y los minerales
necesarios para su crecimiento, desarrollo y buena salud. Y ni hablar del
veganismo, en el cual las personas no comen ni visten ningún producto
proveniente de los animales. Aunque una futura mamá vegetariana o vegana enfrente
mucha presión de parte de los doctores, la familia y la sociedad para que
consuma carnes y productos lácteos durante el embarazo, la realidad es
diferente. Los nutricionistas consideran que el régimen vegetariano no es un
peligro en sí mismo, por lo que no tiene sentido prohibirle a una mujer
continuar con él durante el embarazo.
La ausencia de proteínas animales debe ser
compensada por un aporte suficiente de proteínas presentes principalmente en el
pan, las pastas, las harinas, las legumbres y las oleaginosas, por ejemplo:
Proteínas: pan y arroz integrales, almendras,
avellanas, lentejas y leche de soya. Carbohidratos: trigo, avena, pasta, habas,
fruta fresca y seca. Grasas: frutos secos y semillas, aceite de frutos secos y
aguacates. Ácidos grasos esenciales: linoleico (grupo omega 6), aceite de
girasol, y alfa-linolénico (grupo omega 3), semillas de calabaza y nueces.
Vitaminas: A, zanahorias, espinacas y tomates. B, frutos secos, avena y
legumbres. B12, alimentos fortificados como extractos de levadura y leche de
soja. C, naranjas, limones y cerezas. D, algunas leches de soja y margarinas
veganas fortificadas. E, cereales y harinas integrales. Ácido fólico, germen de
trigo, espinacas, naranjas y dátiles.
¡Felicidades a todas las mamis! y en especial a la mía que es la mejor del mundo. gaem80@gmail.com
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