Roberto García Justo
Huatusco en Línea
EL SEÑORIO DE CUAUTOCHCO, tuvo su florecimiento antes
que se extendiera el poderío de la Gran Tenochtitlán. Teóricamente, se
considera como un modo de producción que se distingue por la posesión de la
tierra y del poder político por parte de una dinastía y que alcanza su máxima
expresión con el feudalismo. En esa forma de
organización tribal, el señor posee un extenso territorio que parcela en partes
y entrega a sus siervos para que la trabajen a cambio del pago de una renta en
especie.
Otra de las obligaciones contraídas era la de hacer faenas en determinados días del año en la parcela del señor sin que recibiera nada por su aportación física. Además de que le cobraba determinadas cantidades por razón de impuestos, teniendo el derecho de ejercer justicia y tenía el mando civil y militar. Cuando llegaron los españoles, las Cortes de Cádiz, por decreto del 6 de Agosto de 1811, abolieron la figura del Señorío Jurisdiccional, donde la facultad de Administrar la justicia pasaba a la Nación como única y suprema entidad soberana con la facultad de nombrar alcaldes y personas que sirvan dentro de los Ayuntamientos.
Se dice que por costumbre o creencia, los grandes señoríos se distinguían por tener una organización bien diseñada. Sus leyes naturales se cumplían en igualdad de circunstancias, para ejercerla había una figura que cargaba con el peso de los destinos de la gente. Por lo que siempre estaban al lado de los que portaban el mando de lo que debería de hacerse. Esta responsabilidad recaía en el brujo o chaman. Que entre otras cosas tenía el privilegio de invocar a los espíritus sobrenaturales, trances de posesión y viajes al infinito.
Por ese hecho ocupaban un lugar especial en los imperios que prevalecían en toda América. Los iniciados en este oficio debían someterse a duras pruebas en donde demostraran su habilidad y disponibilidad. En primer termino para entrar en contacto con los espíritus después de someterse a un periodo de soledad y ayuno, aislado de todo ser viviente, en medio de las selvas vírgenes. Con la intención de ser iluminado con los sueños prolongados y los desvanecimientos.
La práctica de técnicas relacionadas con el éxtasis, que consiste en mantener controlada la respiración jadeante, interrumpida por gritos guturales. Con este ejercicio se adquiere el soplo vital de los espíritus cazadores de montes y lagunas sagradas. Gracias a sus relaciones privilegiadas con las divinidades, estos personajes están dotados de poderes para curar enfermedades, influir en el clima para tener una cosecha abundante. Gracias a ellos se conservan las tradiciones y los cultos sagrados a la naturaleza y al universo que se constituyen en leyendas.
La historia fue larga, pero a lo que se pretende llegar es a la conveniencia de que algunos de nuestros candidatos a Diputados Locales y Presidentes Municipales se refugien en estas experiencias hechiceras, para que les cambie la suerte y con ello la visión que tiene la gente de su agenda personal. Por muy entretenidas que sean las campañas, las comunidades y rancherías ya han elaborado el perfil de los que pretenden obtener el voto de las mayorías. No hay buenas referencias de algunos de ellos, para eso precisa hacerse urgentemente una “limpia” que le arranque su pasado, su presente y su futuro.
Es ahí donde estamos dirigiendo el mensaje y con oportunidad advertimos que los Huatusqueños tienen bien abiertos los ojos, repasan los nombres, revisan actitudes, miran por los cinco costados del aspirante y lo desnudan. Es señal de que han aprendido después de tantas experiencias que le han valido para no fiarse. A esta localidad la han gobernado los del Partido Revolucionario Institucional, luego Acción Nacional inauguró el siglo con la Alcaldía. Para dejarla en mano del de la Revolución Democrática. Pero vinieron las coaliciones en donde los disfraces crearon expectativas. Ahora surgen los nuevos aspirantes, con un agotamiento de proyectos y una esplendida lista de promesas, que alcanza para que en este siglo se conviertan en realidad., gajustoro@hotmail.com
Otra de las obligaciones contraídas era la de hacer faenas en determinados días del año en la parcela del señor sin que recibiera nada por su aportación física. Además de que le cobraba determinadas cantidades por razón de impuestos, teniendo el derecho de ejercer justicia y tenía el mando civil y militar. Cuando llegaron los españoles, las Cortes de Cádiz, por decreto del 6 de Agosto de 1811, abolieron la figura del Señorío Jurisdiccional, donde la facultad de Administrar la justicia pasaba a la Nación como única y suprema entidad soberana con la facultad de nombrar alcaldes y personas que sirvan dentro de los Ayuntamientos.
Se dice que por costumbre o creencia, los grandes señoríos se distinguían por tener una organización bien diseñada. Sus leyes naturales se cumplían en igualdad de circunstancias, para ejercerla había una figura que cargaba con el peso de los destinos de la gente. Por lo que siempre estaban al lado de los que portaban el mando de lo que debería de hacerse. Esta responsabilidad recaía en el brujo o chaman. Que entre otras cosas tenía el privilegio de invocar a los espíritus sobrenaturales, trances de posesión y viajes al infinito.
Por ese hecho ocupaban un lugar especial en los imperios que prevalecían en toda América. Los iniciados en este oficio debían someterse a duras pruebas en donde demostraran su habilidad y disponibilidad. En primer termino para entrar en contacto con los espíritus después de someterse a un periodo de soledad y ayuno, aislado de todo ser viviente, en medio de las selvas vírgenes. Con la intención de ser iluminado con los sueños prolongados y los desvanecimientos.
La práctica de técnicas relacionadas con el éxtasis, que consiste en mantener controlada la respiración jadeante, interrumpida por gritos guturales. Con este ejercicio se adquiere el soplo vital de los espíritus cazadores de montes y lagunas sagradas. Gracias a sus relaciones privilegiadas con las divinidades, estos personajes están dotados de poderes para curar enfermedades, influir en el clima para tener una cosecha abundante. Gracias a ellos se conservan las tradiciones y los cultos sagrados a la naturaleza y al universo que se constituyen en leyendas.
La historia fue larga, pero a lo que se pretende llegar es a la conveniencia de que algunos de nuestros candidatos a Diputados Locales y Presidentes Municipales se refugien en estas experiencias hechiceras, para que les cambie la suerte y con ello la visión que tiene la gente de su agenda personal. Por muy entretenidas que sean las campañas, las comunidades y rancherías ya han elaborado el perfil de los que pretenden obtener el voto de las mayorías. No hay buenas referencias de algunos de ellos, para eso precisa hacerse urgentemente una “limpia” que le arranque su pasado, su presente y su futuro.
Es ahí donde estamos dirigiendo el mensaje y con oportunidad advertimos que los Huatusqueños tienen bien abiertos los ojos, repasan los nombres, revisan actitudes, miran por los cinco costados del aspirante y lo desnudan. Es señal de que han aprendido después de tantas experiencias que le han valido para no fiarse. A esta localidad la han gobernado los del Partido Revolucionario Institucional, luego Acción Nacional inauguró el siglo con la Alcaldía. Para dejarla en mano del de la Revolución Democrática. Pero vinieron las coaliciones en donde los disfraces crearon expectativas. Ahora surgen los nuevos aspirantes, con un agotamiento de proyectos y una esplendida lista de promesas, que alcanza para que en este siglo se conviertan en realidad., gajustoro@hotmail.com
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